Tal y como os explicamos la semana pasada, cuando se opera un polipasto, existen ciertas prácticas que deben seguirse. Por ello, hoy desde Bezabala os lo vamos a contar todo.
Prácticas del supervisor
La responsabilidad del supervisor es garantizar que las personas involucradas en las operaciones con el polipasto entiendan la forma correcta de izar. Esto asegura que se determine de forma apropiada el peso de la carga y las condiciones seguras del sitio.
El supervisor debe garantizar que el polipasto esté debidamente preparado, ubicado y operativo. También debe asignar un señalador cuando sea necesario.
Asimismo, el supervisor es responsable de garantizar que todas las operaciones de izaje sean eficientes y seguras. Si se identifica cualquier peligro potencial, el supervisor debe detener la operación. Si ocurre un accidente, el supervisor es la persona a la cual recurrir.
Prácticas del señalador y del operador
El señalador dirige el izaje, garantiza que la carga esté equilibrada y asegurada antes de ser elevada más de algunos centímetros. También verifica el camino de la carga buscando posibles obstrucciones.
El operador también tiene un papel importante. Por ejemplo, antes de empezar el izaje, se asegura de que no haya torceduras en la cadena o en los cables y que las líneas múltiples no estén enrolladas. Si no se produce un estiramiento total en la cadena o en el cable, el operador del polipasto debe ajustar la línea en la rueda de engranaje, en la polea y así sucesivamente hasta que la parte suelta haya desaparecido.