¿Alguna vez te has preguntado cuál es el origen de los imanes? Pues hoy en Bezabala terminamos de contarte su historia.
Historia moderna
En 1600, el científico inglés William Gilbert confirmó observaciones anteriores sobre los polos magnéticos y concluyó que la Tierra era un imán. En 1820, el científico holandés Hans Christian Oersted descubrió la relación entre la electricidad y el magnetismo, y el físico francés André Ampere amplió este descubrimiento en 1821.
A principios de la década de 1900, los científicos comenzaron a estudiar materiales magnéticos distintos de los basados en hierro y acero. En la década de 1930, los investigadores habían producido los primeros imanes permanentes de aleación de Alnico de gran alcance.
En 1966 se desarrollaron los primeros imanes de tierras raras a partir de samario-cobalto que producían un producto de alta energía de 18 MGOe. De esta forma, en 1972 se realizaron más desarrollos utilizando samario-cobalto para producir un producto magnético de mayor energía de 30 MGOe.
En 1983, General Motors, Sumitomo Special Metals y la Academia China de Ciencias desarrollaron un producto de alta energía de 35 MGOe a partir de un compuesto de neodimio-hierro-boro denominado imanes neo o imanes de tierras raras.
El enorme interés que han generado estos imanes surge porque, por primera vez, se ha introducido un nuevo material magnético que no solo es más resistente que la generación anterior, sino más eficiente. Los imanes Neo son el tipo de imán permanente más fuerte del mundo.
Hoy en día, los imanes juegan un papel en casi todos los dispositivos tecnológicamente avanzados que utilizamos, incluidas computadoras, automóviles, clasificadores y separadores industriales, generadores de energía, parlantes, teléfonos móviles, etc.