¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!
Ya es Navidad y apenas faltan unos días para finalizar otro año. De esta manera finalizamos un año en que sin duda quedará marcado para siempre en nuestra memoria.
Por ello, ahora es momento de hacer balance estos días y analizar qué es lo que hay que mejorar y cuáles son los nuevos retos que planteamos para este 2021.
En Navidad nuestros pensamientos se dirigen con gratitud a quienes han hecho posible nuestro éxito.
En este año 2020, hemos trabajado duro para ofrecer el mejor servicio de calidad y personalizado en nuestra empresa, por lo que aseguramos seguir haciéndolo y dar lo mejor de nosotros para estar a la altura en el año que entra por la puerta grande.
Os deseamos de todo corazón que paséis estas fiestas rodeados de buenos deseos y seres queridos. Nosotros, desde luego, no podemos pedir más, tenemos que agradecer de forma interna a todos los que hacen posible que con esfuerzo y ganas sigamos adelante. Todo el trabajo que hacemos juntos por continuar creciendo, es la pieza que pone en marcha el motor de nuestra empresa, gracias equipo.
Desde Bezabala os queremos dar las gracias a todos y cada uno de los que nos seguís en las redes sociales y a todos lo que habéis contratado nuestros servicios, gracias por confiar en nosotros. Deseamos que este nuevo año venga cargado de sueños, ilusiones y nuevos retos que superar con esfuerzo y dedicación.
Sin más, nos despedimos del año 2020 con un mensaje de fuerza para todos. Por compartir gratos momentos y formar parte de nuestro despacho no podíamos olvidarnos de daros las gracias y desearos una …
¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo 2021!
Sistemas con el uso de cáncamos (II)
¿Sabes para qué se usan los cáncamos? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.
Uso de los cácamos
En función de la industria y las cargas a trabajar, es indispensable emplear variados tipos de cáncamos. Puesto que las conexiones que se vayan a asentar también pueden diferir en medio de equipos.
Los empleados y supervisores de producción tienen que ser conscientes de las normativas de cada tipo de volumen de carga. Así como a los planes internos para mover las nombradas cargas de material.
Los cáncamos no constituyen tan solo anillos o pernos de fijación, sino componentes esenciales que incluso incluyen carga y tensión.
El fabricado de que dicha pieza cuenta con un arpón, no es aval de que resistirá una carga de material determinada ni de que podrá ser acoplado a todo tipo elevador.
Un montón de gestores de manufactureras e industrias ignoran el potencial y empleo de este tipo de piezas, e incluso ignoran de qué forma se monta un equipamiento de movimiento íntegro.
Es aquí cuando las industrias tienen que educar a sus empleados, desarrollar sistemas de seguridad e instruir para que conozcan la manera en que funcionan las herramientas industriales, empezando por las más complicadas hasta las más fáciles.
Destinar recursos en la instrucción sobre el aprovechamiento de cáncamos y pernos de anclaje es una ventaja garantizada para toda industria.
La capacitación continua sobre distintas formas de producción así como la variedad de elementos de carga, son la manera más real para fortalecer cadenas de producción continuas, sin fracturas ni siniestros.
Sistemas con el uso de cáncamos (I)
¿Sabes para qué se usan los cáncamos? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.
Los procesos de maniobra de cargas con cáncamos están estructurados por diferentes elementos que fijan un método de ensamblaje efectivo y más seguro.
En este tipo de trabajos, la protección integran un papel decisivo, ya que tanto empleados como procesos de creación están en juego.
Todo error puede significar un desastre. Lo que resultaría en la pérdida de una carga cara, aparato de izaje o incluso la seguridad de un operativo.
Año tras año, los accidentes en las zonas operarias le representan cientos de millones a las múltiples manufacturas. Además de impactar la vida de un número ilimitado de familias.
Los Cáncamos
Las partes del equipo de montaje y maniobra de cargas que son menos apreciadas parecen ser además las suficientemente utilizadas: los cáncamos.
Por medio de solo un gancho en un límite y roscas en el otro punto, este diverso punto de anclaje pareciera gozar de mínima relevancia en los protocolos de la industria, más sin embargo, absolutamente todos los procesos de protección los reclaman, y las compañías continuamente tienen considerarlos en sus protocolos de elaboración.
Esas piezas tienen la capacidad de determinar la disparidad entre un protocolo de carga exitoso o un total incidente de empleo.
Para qué sirven las cámaras frigoríficas (II)
Tal y como os contamos la semana pasada, las cámaras frigoríficas son instalaciones de refrigeración que tienen como fin, el de reducir o mantener a un nivel muy bajo de temperatura una mercancía determinada, habitualmente alimentos u otro tipo de elementos.
Por ello, hoy en Bezabala os seguimos contando todos los secretos de estos sistemas.
Equipos de refrigeración
El otro elemento imprescindible de una cámara frigorífica es el correspondiente al equipo de refrigeración.
Este debe ser estudiado adecuadamente y su necesidad viene dada por distintos factores como el producto a almacenar, la temperatura a alcanzar en cámara o en el alma del producto, el salto de temperatura de entrada a la cámara a su mantenimiento, el tiempo de estancia del producto en la cámara, la rotación media de la mercancía, lo metros cúbicos del recinto a refrigerar o la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de la cámara.
Todos estos valores deben ser estudiados y en base a ello se obtienen unas necesidades térmicas de refrigeración que nos darán unos valores que deberán alcanzar tales equipos frigoríficos.
Suelos de las salas frías
Otro apartado importante es el suelo. No todas las cámaras frigoríficas necesitan un suelo aislado. Las cámaras frigoríficas que vayan a trabajar en régimen de temperatura positiva (a 0ºC o temperatura superior) no es necesario que lleven suelo, ahora bien, es conveniente el instalar aislamiento en el suelo siempre que necesitemos evitar condensaciones si la cámara se encuentra en una planta donde debajo exista construcción.
Todas las cámara de congelación deben tener suelo aislado, bien de panel más un refuerzo pisable o bien construido mediante una solera de hormigón aislada que permita el aislamiento térmico a temperaturas negativas.
Para qué sirven las cámaras frigoríficas (I)
Las cámaras frigoríficas son instalaciones de refrigeración de tamaño pequeño, mediano o grande, que tienen como fin, el de reducir o mantener a un nivel muy bajo de temperatura una mercancía determinada, habitualmente alimentos u otro tipo de elementos.
Pero, ¿quieres saber todo sobre éstas? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.
Tipos de cámaras frigoríficas
Existen dos grandes tipos de cámaras frigoríficas, las de refrigeración y las de congelación.
Las cámaras de refrigeración guardan y almacenan la mercancía hasta los 0ºC y las de congelación pretenden almacenar mercancías en temperatura de congelación dependiendo de las necesidades de almacenamiento del producto.
Su uso está plenamente extendido en todo el mundo ya que se pueden conservar alimentos o mercancías en condiciones óptimas dada la capacidad de aislamiento y de conservación.
Construcción de cámaras frigoríficas
Normalmente están construidas a base de un elemento aislante que es el Panel Sándwich conformado por dos capas de acero pre-lacado que contiene en su interior un alma de espuma aislante que es el elemento aislante que evita el traspaso de temperaturas de un lado al otro del elemento.
Elementos de una cámara de frío
Otro elemento importante de una cámara frigorífica es la puerta. Esta puede ser de diferentes tipos: pivotante, corredera, de lona aislante, etc. Su misión es la de permitir el paso al interior de la cámara en las condiciones más adecuadas y necesarias.
Usos y tipos de cables de acero (II)
Tal y como te contamos la semana pasada, existen distintos tipos de cables de acero. Pero, ¿sabes cuál es el uso de cada tipo? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo:
Cables de acero cincado
Los cables de acero cincado son cables normales de acero recubiertos con una delgada capa de cinc, que garantiza una buena resistencia a la corrosión y a la oxidación.
Sin embargo, al estar realizados completamente de acero y no en aleaciones mixtas de otros metales, estos productos garantizan, con respecto a los cables de acero inoxidable, una mayor resistencia mecánica, debido precisamente a la pureza del material utilizado.
Los cables de acero cincado se pueden utilizar en los sistemas de elevación, como cuerdas para transmisiones flexibles en engranajes de diferente tipo o como cables para redes de protección contra caída de rocas. Su revestimiento de cinc los hace más resistentes a las abrasiones, la oxidación y el desgaste, y, por lo tanto, duran mucho más que los cables de acero no galvanizado.
Estructura y dimensiones
Normalmente, los cables de acero están formados por un alma central y por una corona de hebras enrolladas en hélice alrededor de aquella.
Las hebras son grupos de hilos individuales de acero, también enrollados en hélice alrededor de un hilo central. Por su parte, el alma central puede ser de material textil o estar formada a su vez por una hebra.
La estructura del cable influye directamente en sus propiedades fundamentales, como la resistencia a la tracción y a la rotura, la flexibilidad y la capacidad de torsión.
Por lo que concierne a las dimensiones, los cables de acero más utilizados van desde los más delgados de 1 mm de diámetro hasta los más gruesos de 40 mm o más, indicados para aplicaciones muy duras, como la elevación de cargas pesadas.
Usos y tipos de cables de acero (I)
¿Sabías que existen varios tipos de claves de acero? Pero, ¿sabes cuál es el uso de cada tipo? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo:
Los cables de acero son una familia de productos profesionales destinados a múltiples usos en sectores diferentes: elevación de cargas de diferente peso en el sector de la construcción, equipamientos de seguridad en las líneas de vida, refuerzo estructural en las redes de protección contra caída de rocas, ascensores y equipos de elevación en general, o bien como transmisiones flexibles e, incluso, como elementos en el sector arquitectónico.
Los cables de acero más utilizados para estas aplicaciones se dividen en tres tipos principales. Por ello, junto a los simples cables de acero sin revestimiento, el mercado también propone cables de acero inoxidable y cables de acero cincado, destinados a usos especiales.
¡Toma nota porque ahora te contaremos las características de cada tipo!
Cables de acero inoxidable
Los cables de acero inoxidable se fabrican con una aleación metálica especial que comprende acero y otros materiales, como cromo, molibdeno, níquel y carbono, según las propiedades que se desean obtener en el producto final.
La propiedad que tienen en común los cables de acero inoxidable es la alta resistencia a la oxidación y a la corrosión, una característica que los hace especialmente indicados para usarse en ambientes húmedos.
Los cables de acero inoxidable se utilizan en el sector náutico, en el sector de la construcción para las líneas de vida, como cuerdas de transmisión, que también es posible utilizar en ambientes húmedos, y como elementos para barandillas, escaleras y antepechos expuestos a agentes atmosféricos.
Los cables de acero inoxidable más utilizados en estas aplicaciones se realizan con AISI-316, una aleación caracterizada por la excelente resistencia a la corrosión intercristalina y la resistencia a aplicaciones a altas temperaturas, superior con respecto a otras aleaciones de acero inoxidable.
Historia de la polea
Una polea es una máquina simple.Una rueda, generalmente maciza y acanalada, que con el curso de una cuerda se usa como elemento de transmisión en máquinas y mecanismos, para cambiar la dirección del movimiento o su velocidad y reducir la magnitud de la fuerza necesaria para mover un peso.
Pero, ¿cuál es la historia de este invento? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.
Según definición de Hatón de la Goupillière «la polea es el punto de apoyo de una cuerda, que moviéndose, se arrolla sobre ella sin dar una vuelta completa», actuando en uno de sus extremos la resistencia y en otro la potencia.
De este modo, la polea se emplea principalmente para transmitir movimientos o para elevar cargas. La forma que adoptan las acanaladuras de las ruedas cambia en función del tipo de objeto que vaya a pasar por ellas.
Historia
No se sabe quién inventó la polea ni cuándo; la única nota histórica sobre su uso se debe a Plutarco quien en su obra «Vidas paralelas» relata que Arquímedes, en carta al rey Hierón de Siracusa -a quien unía gran amistad-, afirmó que con una fuerza dada podía mover cualquier peso e incluso se jactó de que si existiera otra Tierra yendo a ella podría mover ésta. Hierón, asombrado, solicitó a Arquímedes que realizara una demostración, acordando ambos que fuera un barco de la armada del rey el objeto a mover ya que Hierón creía que éste no podría sacarse de la dársena y llevarse a dique seco, sin el empleo de un gran esfuerzo y numerosos hombres.
Según relata Plutarco tras cargar el barco con muchos pasajeros y con las bodegas repletas, Arquímedes se sentó a cierta distancia, y halando la cuerda arrastró sin gran esfuerzo el barco, sacándolo del agua tan derecho y estable como si aún permaneciera en el mar.
Tipos
Según su desplazamiento, las poleas se clasifican en:
- Fijas: aquellas que se suspenden de un punto fijo y, por lo tanto, no sufren movimiento de traslación alguno, cuando se emplean.
- Móviles; que son aquellas en las que un extremo de la cuerda se suspende de un punto fijo y que durante su funcionamiento se desplazan, en general, verticalmente.
- Compuestas o polipasto: cuando la polea se encuentra reunida con otras -formando un sistema-, recibe la denominación de combinada o compuesta.
Balancines monoviga: ¿qué son y para qué se usan?
Existen infinidad de utillajes de elevación como son los magnéticos, los de vacío, etc. Pero en esta sección nos centraremos principalmente en los utillajes que por su estructura y forma son capaces de elevar cargas con seguridad y total ergonomía.
Los utillajes de elevación pueden ser simples como una viga también llamados balancines, estos balancines constan de una viga como cuerpo principal en el que se han añadido diferentes elementos secundarios que sirven para la conexión entre la grúa y el balancín y el balancín y la carga.
Los balancines monoviga son ideales para el izado de cargas lineales. Estas cargas se caracterizan porque son mucho más largas que anchas y altas, por lo que mantienen el equilibrio cuando son cogidas a lo largo.
De esta forma, los balancines monoviga que disponemos en Bezabala se adaptan perfectamente a la carga a elevar, asegurando una total comodidad, velocidad y seguridad en cada operación.
Los balancines monoviga son muy fáciles de guardar y ocupan poco espacio en la nave debido a su pequeño perfil. El sistema de enganche de los balancines monoviga se puede adaptar a las características de la carga y las instalaciones, pudiéndose diseñar para uno o varios ganchos, un sistema de cadenas o un conjunto de eslingas. Todo sistema de cogida se puede montar fijo o regulable dependiendo de las necesidades del cliente.
¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros en el 944 483 800 o en bilbao@bezabala.es!
¿Cuándo y quién descubrió los imanes?
El descubrimiento y, por tanto, la historia de los imanes ha dado forma al mundo. Incluso hoy en día, los imanes se utilizan en áreas y aplicaciones muy diferentes. Estos se utilizan en motores eléctricos, televisores, altavoces, transformadores, monitores, micrófonos y muchos otros dispositivos. Los imanes permanentes ahora se usan incluso en joyas y juguetes.
¿Quieres saber más? Hoy desde Bezala, cables y elevación te lo contamos todo.
Muchos registros escritos indican que Thales de Millet descubrió los primeros imanes permanentes. Thales de Millet vivió en Grecia unos 600 años antes de Cristo. Fue un explorador de la electricidad y del magnetismo. Su investigación estaba basada en las atracciones entre la resina de ámbar y los imanes.
El campo de aplicación de los primeros imanes
La primera piedra magnética encontrada no es de hecho una piedra real, sino que es un óxido de hierro magnetizado. Ésta fue encontrada en China en el siglo III a.C.
La historia de los imanes continuó en el siglo I a.C. con la invención de la aguja flotante. Se encontró que un pasador de hierro se magnetizaba cuando se acercaba a una piedra magnética. Al colocar la aguja magnetizada en el corcho y luego sobre una superficie de agua, la aguja siempre se movía en dos direcciones definidas. Un lado de la aguja siempre apunta hacia el norte, mientras que el otro siempre apunta hacia el sur.
Poco tiempo después, en 1269, Peter Peregrinus publicó su obra «Epístola de Magnete». La obra detalla los imanes y su indestructibilidad. Además, la aguja oscilante en la brújula fue analizada en detalle.
Los imanes han evolucionado constantemente desde su primer descubrimiento de milenio a milenio, incluidos los imanes muy fuertes. Se descubrieron imanes de ferrita (negro oscuro o antracita), imanes de neodimio (imanes muy fuertes), imanes de AlNiCo (de aluminio, níquel y cobalto) e imanes de cobalto de samario (aleación de cobalto y samario). Algunos de estos metales pertenecen al grupo de las tierras raras.