Tal y como vimos la semana pasada, la construcción básica de un cable de acero involucra tres componentes esenciales: el alambre de acero, el alma y el torón o cordón. Por ello, entender la función de cada uno de estos elementos es fundamental para comprender la solidez inherente de los cables de acero.
¿Quieres saber más? Pues hoy te acabamos de contar todo en el blog de Bezabala.
Torón o cordón
El torón o cordón es el resultado de unir varios alambres de acero para formar un conjunto más grande y resistente. Estos alambres se enrollan helicoidalmente alrededor del alma central, formando así el cordón o torón. La disposición helicoidal es crucial, ya que proporciona flexibilidad al cable y le permite soportar cargas y tensiones en varias direcciones.
La cantidad de alambres que forman un cordón, así como el número de cordones que componen un cable, puede variar según las especificaciones de la aplicación y la capacidad de carga requerida.
La combinación cuidadosa de estos elementos, el alambre de acero, el alma y el torón o cordón, confiere al cable de acero sus impresionantes propiedades mecánicas.
La elección precisa de materiales y configuraciones asegura que estos cables sean capaces de soportar cargas pesadas, resistir condiciones ambientales adversas y mantener su integridad estructural a lo largo del tiempo.
Su versatilidad los convierte en componentes esenciales en una amplia gama de aplicaciones, desde la construcción y la industria marítima hasta la fabricación y la ingeniería civil, proporcionando un soporte confiable y duradero en diversas situaciones industriales.