Tipos de cabos

En el mercado náutico se ofrece una gran variedad de cabos para embarcaciones para diferentes usos. Por ello, hoy desde Bezabala vamos a hablaros de los tipos de cabos que existen en el mercado. Una selección que se divide en dos grupos: los que están hechos con fibras o materiales naturales y los que se crean con materiales sintéticos.

Naturales

  • Henequén: Tiene una buena fuerza de tensión y una gran resistencia a la abrasión y a agentes atmosféricos.
  • Manila: Está tratada con aceite, por ello es una soga que se suele utilizar en las petroleras. Puede soportar el triple de tiempo de exposición en la intemperie que la soga sin tratamiento. Además, también por su llamativa estética se utiliza como elemento decorativo.
  • Algodón: Soga trenzada de doce cordeles. Es muy compacta  y  flexible a la vez. Sus usos son múltiples: desde usos náuticos a multiusos como para decoración, atado de cargas, deportes, etc.
  • Sisal: Es la fibra natural con más calidad del mercado. Es muy resistente y se comporta bien contra los agentes meteorológicos.

Artificiales

Los cabos artificiales siempre son la mejor opción. Aunque sean un poco más caros, no absorben suciedad, no se pudren y tienen un punto de fusión muy alto.

  • Poliéster: no flota, tiene muy poca elasticidad, es resistente al sal, resistente a los ultravioleta y tiene buena resistencia al roce y la rotura. Es un cabo muy polivalente y por ello se puede usar para los amarres, las drizas o las escotas.
  • Poliéster trenzado: tiene resistencia, suavidad al tacto, bajo alargamiento y flexibilidad. Se usa para escotas, matafiones o drizas de banderas.
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Reciclado del acero (II)

Tal como vimos la semana pasada, el acero es 100% reciclable. Es decir, tras el proceso de reciclado se obtiene el mismo material con la misma calidad, una y otra vez.

Pero, ¿quieres saber más sobre este tema? Pues toma nota de todo lo que te contamos hoy en el blog de Bezabala.

Un material 100% reciclado

En realidad, si se sigue produciendo acero es porque no hay suficiente chatarra de este metal disponible para satisfacer la demanda de nuevos productos que lo contienen, ya que muchos están concebidos para durar años (coches, embalajes), o décadas o incluso siglos (edificios, infraestructuras…) así que por razones obvias no se puede contar con ellos para obtener acero para otros productos.

Sin embargo, no todos los aceros presentan la misma facilidad para su reciclado. 

Los aceros al carbono y otras aleaciones con propiedades magnéticas son los más reciclables, mientras que los aceros inoxidables pueden serlo o no. Debemos recordar que en su composición podemos encontrar elementos diversos, como el níquel, el cromo, el carbono o el molibdeno, entre otros. 

Los aceros inoxidables austeníticos, por ejemplo, no son magnéticos por su contenido en níquel, y esto dificulta su reutilización. Estos incluyen grados muy utilizados en construcción de como el 304 y el 316. Sin embargo, al estar concebidos para durar, no suponen un peligro para la puesta en práctica de una economía circular.

Los aceros inoxidables ferríticos y martensíticos sí tienen buenas propiedades magnéticas, por su bajo contenido en cromo y níquel, y su uso en aplicaciones con una durabilidad media, como fregaderos, tambores de lavadora e interiores de lavavajillas, cubiertos, exteriores de neveras, tubos de escape de automóviles y otros mecanizados que se usan de forma repetitiva, hace que puedan ser reciclados continuamente sin dañar ni degradar sus propiedades.

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Reciclado del acero (I)

El acero está en todas partes, desde grandes edificios o plataformas petroleras hasta pequeños utensilios de cocina. Es el material que ha impulsado el desarrollo de la humanidad desde la Revolución Industrial, al ser protagonista en la producción de maquinaria, en automóviles, en la construcción… y todavía hoy abandera las industrias punteras y la innovación. Y esa elevada demanda es la que fundamenta la necesidad de reciclado del acero, ya que si toda proviniera de la extracción el impacto medioambiental sería muy elevado.

¿Quieres saber más sobre este tema? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.

El acero: uno de los metales más reciclados

El acero es 100% reciclable, es decir, que tras el proceso de reciclado se obtiene el mismo material con la misma calidad, una y otra vez. De esta forma, una viga de acero puede reciclarse para fabricar exactamente la misma viga, o la carrocería de un automóvil, o la baranda de una acera. Esto hace que los productos fabricados mayoritariamente con acero sean tan duraderos además de tan reutilizables.

Al ser la mayor parte de aceros magnéticos, por su composición (hierro, níquel…) y su estructura molecular, estos metales son muy fáciles de reciclar. 

Debemos tener presente que en el proceso del reciclaje se usan imanes para separar los materiales, por lo que cuanto mayor sea el magnetismo inherente de un metal, más cantidad y más veces se puede reciclar y mayor es la conservación de sus propiedades. De hecho, un producto de acero nuevo, sea una lata, un tenedor, la estructura del asiento de un coche o un puente, contiene más de un 35% de acero reciclado.

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Características del hierro, cualidades, origen y para qué se usa (II)

Tal y como vimos la semana pasada el hierro es un metal de transición que representa un 5% de la corteza terrestre. Un material cuyo origen del hierro se remonta a la edad del Hierro, la última sociedad prehistórica que comenzó en el año 1.500 a.C y finalizó en el año 550 a.C, aunque no se dio al mismo tiempo en todas las regiones del mundo. 

Pero, ¿quieres saber más sobre este material? Pues hoy en el blog de Bezabala te lo contamos todo.

Características y usos

El hierro es un metal magnético y fácilmente maleable. Se trata de un elemento químico, de manera que sus moléculas se componen únicamente de un tipo de átomo. 

Una de sus características más destacadas es que es aleotrópico,es decir, tiene la capacidad para cambiar de estructura molecular en función de la temperatura a la que se encuentre. Si la temperatura es normal, la estructura tiene forma de cubo y un átomo en la parte central. Mientras, si aumenta la temperatura, los átomos se desplazan hasta los vértices del cubo.

Estas son las características que definen el hierro:

  • Maleabilidad: se puede deformar el metal sin romperlo.
  • Conductividad: tiene una alta conductividad térmica, aunque la conductividad eléctrica es muy baja.
  • Dureza: tiene una dureza muy elevada, de forma que tiene una gran resistencia a ser rayado por otro metal.
  • Densidad: un volumen de hierro muy pequeño tiene un gran peso.
  • Magnetismo: si por algo es bien conocido este metal es por su gran magnetismo.
  • Oxidación: y, por último, el hierro se corroe si está expuesto a una gran humedad ambiental, a temperaturas muy elevadas y a altos niveles de oxígeno atmosférico.
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